Tanto si una persona es joven como mayor, la nutrición adecuada puede marcar una diferencia en su salud ósea e influir en su capacidad de vivir una vida independiente, sin fracturas de huesos y con movilidad en sus años de mayor edad. Ése es el mensaje clave de una nueva revisión científica publicada este martes en la revista ‘Osteoporosis International’ por los principales expertos de hueso y de nutrición con motivo del próximo Día Mundial de la Osteoporosis, que se celebra el 20 de octubre.
La revisión resume la evidencia más reciente relativa a las necesidades nutricionales de las madres, los niños, los adolescentes, los adultos y los mayores en relación con el desarrollo y el mantenimiento de un esqueleto sano. Haciendo especial hincapié en el calcio, la vitamina D y las proteínas, muestra cómo la ingesta nutricional adecuada de estos y otros micronutrientes puede apoyar los objetivos principales para la buena salud de los huesos.
En concreto, estos expertos hablan de lograr el potencial genético para una masa ósea máxima en niños y adolescentes; evitar la pérdida prematura de hueso y mantener un esqueleto sano en adultos, y prevenir y tratar la osteoporosis en las personas mayores.

«La nutrición juega un papel clave en el desarrollo de un esqueleto saludable, incluso antes del nacimiento.»

«Este nuevo informe muestra lo importante que es la nutrición para nuestra salud ósea durante toda la vida. De hecho, la nutrición juega un papel clave en el desarrollo de un esqueleto saludable, incluso antes del nacimiento. Dietas maternas saludables, así como niveles de vitamina D adecuados, se asocian con una mayor masa ósea en los descendientes», subraya el profesor Cyrus Cooper, coautor y presidente del Comité de Asesores Científicos de la Fundación Internacional de Osteoporosis (IOF, por sus siglas en inglés).
El documento pone de relieve cómo las tendencias de estilo de vida que conducen a una dieta pobre y deficiencia de nutrientes son una causa creciente de preocupación en las personas de todas las edades y sobre todo en los niños. La leche y los productos lácteos constituyen la principal ingesta de calcio para la mayoría de los niños, sin embargo, se ha observado una disminución en el consumo de leche en todo el mundo durante las últimas décadas.
Por otra parte, la insuficiencia de vitamina D está muy extendida entre los jóvenes, lo que ha llevado a las recomendaciones en varios países de administrar suplementos de vitamina D a los bebés y niños pequeños.

«La leche y los productos lácteos constituyen la principal ingesta de calcio para la mayoría de los niños, sin embargo, se ha observado una disminución en el consumo de leche en todo el mundo durante las últimas décadas.»

En adultos y adultos mayores, los estudios han revelado que la ingesta de calcio está a menudo muy por debajo de la recomendada por las directrices nacionales. Del mismo modo, se han detectado alarmantemente bajos niveles de vitamina D en poblaciones de todo el mundo. El estilo de vida, como el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo y un índice de masa corporal (IMC) muy alto o bajo también elevan el riesgo de fractura para un número considerable de personas.
El impacto de la nutrición en la prevención de caídas y fracturas en las personas mayores, que son un segmento creciente de la población y los más afectados por la osteoporosis, está en discusión.
La revisión muestra cómo los déficit en la ingesta de proteínas, así como la desnutrición, que es tristemente común en las personas mayores, pueden afectar negativamente a su salud ósea y muscular, y pone de relieve cómo, junto con el ejercicio adecuado, la ingesta nutricional adecuada en aquellos con alto riesgo de fractura juega un importante papel complementario a la farmacoterapia.
«La generación del ‘baby-boom’ está envejeciendo y como resultado las enfermedades musculoesqueléticas relacionadas con la edad están imponiendo una carga cada vez más costosa para los sistemas de la sociedad y de la salud en todo el mundo», agrega la profesora Bess Dawson Hughes, coautora y profesora en el Centro de Investigación de Nutrición Humana Jean Mayer USDA sobre Envejecimiento en la Universidad Tufts, en Boston, Estados Unidos.
La revisión científica complementa un amplio informe titulado ‘Nutrición saludable, huesos sanos: cómo los factores nutricionales afectan a la salud musculoesquelética largo de la vida’, también hecho público este martes. El informe está disponible gratuitamente ‘on line’ en nueve idiomas, junto con diversos recursos de la campaña del Día Mundial de la Osteoporosis.
Para evitar que se produzcan deficiencias nutricionales, los expertos aconseja seguir una serie de recomendaciones:
Consumir alimentos ricos en calcio. Se recomienda un mínimo de 2-3 raciones de lácteos diarios, teniendo en cuenta que una ración puede ser un vaso de leche, dos yogures o entre 40 y 80 gramos de queso. Estas cantidades deben aumentar si se necesita un suplemento de calcio, como es el caso de niños o embarazadas.
Introducir en la dieta alimentos ricos en vitamina D, ya que ayuda en la fijación del calcio a los huesos. Esta vitamina se encuentra en la grasa de ciertos alimentos como los lácteos, el hígado, los pescados azules o el huevo.
– Es recomendable comer diariamente frutas y verduras que aporte vitamina A y C, ya que también ayudan en la absorción del calcio. Además mantienen el ph de la orina alcalina limitando la eliminación del calcio por la orina.
– Hay que tener en cuenta que diferentes hábitos como un alto consumo de cafeína, tabaco y alcohol, están asocian a un mayor riesgo de sufrir osteoporosis.
Fuente: diario «La Opinión de Murcia»
http://www.laopiniondemurcia.es/vida-y-estilo/salud/2015/10/09/afecta-comemos-huesos/683340.html

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