El cacao, sabroso y energético
El cacao, árbol originario de América, produce un fruto del mismo nombre que se emplea como ingrediente de un alimento muy popular, el chocolate.
En su origen se utilizó tanto para fines nutricionales como médicos, e incluso como moneda. Lo cultivaban y lo consumían ya los mayas hace 2500 años y, posteriormente, los aztecas. Lo consideraban una bebida divina, ligeramente amarga, por sus propiedades vigorizantes. En Occidente no se popularizó hasta el siglo XIX, con la industria chocolatera, que añadió azúcar y otros componentes para hacerlo más apetecible.
Sin duda, el principal uso del cacao es el chocolate. Tanto el polvo como la grasa que se obtienen del fruto, una vez fermentado y triturado, se mezclan con azúcares refinados y leche. Dependiendo de la cantidad empleada, el chocolate resultante tendrá unas características peculiares.
Beneficios
El chocolate, principal producto del cacao, aporta un alto índice de grasas, hidratos de carbono y proteínas, y minerales como el magnesio, fósforo, potasio, antioxidantes…
Además, destacan sus propiedades saludables para el sistema cardiovascular, favorece la producción de endorfinas, que mejoran el estado de ánimo, y su alto aporte de energía, recomendado especialmente para personas que practican deporte.
Como remedio medicinal se utilizó, desde hace siglos, para aliviar el cansancio, la delgadez extrema, la anemia…
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