La cena es la última comida antes de dormir, de manera que no son recomendables cenas copiosas y en exceso energéticas antes de acostarse. Además, muchas veces el verano contribuye a cierta desorganización de hábitos que puede hacer que se gane peso, de forma que no conviene abusar de alimentos muy grasos o hipercalóricos.
En la época estival, por lo general, se pierde el ritmo habitual: varía la hora para levantarse de la cama e irse a dormir, los horarios escolares desaparecen y los laborales cambian muchas veces, se deja de practicar ejercicio físico de forma regular… Por todo ello, conviene reservar cierto tiempo para realizar algún tipo de actividad física o ejercicio y organizar y reestructurar los hábitos y tomas alimentarias. En esta situación, son recomendables las cenas ligeras, es decir, cenas con un moderado contenido calórico, pobres en grasas y en alimentos hipercalóricos y sin productos excesivamente dulces.

¿Por qué deben ser cenas nutritivas?

Los requerimientos nutritivos no cambian de verano a invierno; por tanto, el aporte calórico, de proteínas, hidratos de carbono y grasas debe mantenerse igual de invierno a verano, a no ser que difiera de forma drástica el grado de actividad física que se realice. Esto significa que las tomas alimentarias deben asegurar los requerimientos energéticos y nutritivos tanto en invierno como en verano.

«Los requerimientos nutritivos no cambian de verano a invierno; por tanto, el aporte calórico, de proteínas, hidratos de carbono y grasas debe mantenerse igual de invierno a verano.»

En cambio, las necesidades hídricas, y por tanto de algunos elementos minerales, sí pueden verse incrementadas, sobre todo si aumenta la sudoración. Por eso, son recomendables comidas y cenas en las que haya un buen aporte hídrico de verduras, hortalizas y frutas.
Para diseñar cenas ligeras y nutritivas hay que asegurarse de las siguientes cosas:

  • Deben ser rica en verduras u hortalizas y fruta.
  • No tienen que tener un elevado contenido en grasas.
  • Deben poseer un contenido moderado en alimentos proteicos y alimentos ricos en hidratos de carbono.

¿Qué no es una cena ligera y nutritiva?

Las tomas alimentarias desequilibradas o que puedan provocar deficiencias nutricionales no se pueden considerar comidas ligeras y nutritivas. Así pues, no sería correcto cenar fruta cada día o comer cada noche pan con tomate y embutido, puesto que son estructuras alimentarias que podrían contribuir a un desequilibrio en la ingesta nutritiva. Esto provocará falta de vitaminas y minerales en algunos casos o déficits proteicos o de fibra dietética en otros. Por eso es importante consultar siempre al dietista-nutricionista en el caso de que se tengan dudas sobre el equilibrio nutritivo de la dieta.
 
Fuente: Eroski Consumer
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/2015/06/26/222148.php#sthash.sU9uStbW.dpuf

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