Entrevista: "Las sociedades científicas debemos asesorar a la industria alimentaria"
La recién elegida presidenta de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Irene Bretón, considera que las sociedades científicas deben actuar como consultoras de la industria alimentaria para que ofrezcan productos cada vez más saludables, pero reconoce que esta relación en ocasiones ha podido provocar desconfianza “porque a veces las cosas nos se han hecho tan bien”. En una entrevista con EFEsalud, la endocrinóloga repasa los temas de actualidad de su especialidad.
Bretón, que estará tres años al frente de la SEEN, es miembro de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón de Madrid; vicepresidenta de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD); profesora asociada de la Universidad Complutense de Madrid y profesora colaboradora en la UNED y de la Escuela Nacional de Sanidad.
- ¿Cuáles son las principales estrategias de la SEEN?
En el congreso de la sociedad, la SEEN, celebrado en octubre en Barcelona, se presentó un documento con la estrategia 2018-2020. Una de las iniciativas es darnos a conocer, la gente no tiene claro en qué consiste nuestra especialidad y son muchas las patologías que nos competen, desde las de alta prevalencia como la obesidad o la diabetes, hasta otras muy poco frecuentes, como las neoplasias endocrinas. Somos punto de encuentro en la sociedad y somos capaces de generar conocimiento, difundirlo a la población, establecer relaciones…
- Una de esas relaciones, a veces cuestionada, es con la industria de la alimentación
Es cierto que la gente puede desconfiar porque a veces las cosas nos se han hecho tan bien. La SEEN no tiene su sello en alimentos. Pero la relación con la industria de la alimentación es fundamental porque las sociedades científicas deben actuar como consultores y colaborar para que la población disponga de alimentos cada vez más saludables, que ya los hay, con menos aporte de azúcar o de sal, aunque todavía no sea suficiente y sea cierto que existe publicidad engañosa. Pero avalar un producto final como sociedad científica, no lo veo, pero sí que venga la industria a nuestros congresos para conocer las lineas que vayan aportando.
Aparte de la industria, cada persona tiene que ser responsable de lo que come y de lo que se mueve. Primero hay que analizar si hacemos ejercicio, las horas de sueño, el nivel de estrés, el conjunto de la dieta, número de comidas al día….
- Sanidad ha propuesto a la industria que reduzca hasta un 10% los azúcares de los alimentos
Me parece una buena medida. ¿Por qué nos pasamos de ese 10%? Porque hay alimentos que tienen mucho contenido de azúcar. Ese 10% se refiere al total de la dieta, pero si conseguimos que esos alimentos no pasen de ese porcentaje ayudará a que la dieta, en su conjunto, no sobrepase ese 10%.
- La SEEN participa en la estrategia NAOS contra la obesidad infantil
Quedan muchas cosas por hacer pero también hay iniciativas que se conocen poco, como la alianza de ciudades contra la obesidad. Nuestra sociedad científica puede servir para hacernos eco, queremos ser un interlocutor eficaz con las administraciones, no solo como consultores, y llevar a la práctica proyectos y darlos a conocer.
- Algunos expertos advierten del consumo de pan blanco que dispara el sobrepeso
Hay hidratos de carbono de absorción muy rápida, las harinas refinadas, que no contienen fibra. Nuestro consejo es que los carbohidratos contengan fibra, como cereales integrales o las legumbres, que contienen hidratos de carbono complejos, no azúcares.
Las harinas blancas aumentan el índice glucémico y tienen una respuesta hormonal diferente. Los carbohidratos se absorben al 100%, pero lo importante de esa absorción es que sea muy rápida o mas lenta. Los más vulnerable son los adolescentes, grupo en el que los alimentos con un elevado índice glucémico puede ser más perjudiciales.
- Parece que el déficit de vitamina D prevalece en la sociedad
Me gusta hablar de niveles plasmáticos descendidos de vitamina D, porque no estamos seguros de que sea una deficiencia, aunque sí en algunos casos. Eso se asocia con un mayor riesgo de las enfermedades de nuestro tiempo, como las inmunológicas (esclerosis múltiple, alergias, diabetes…) como consecuencia del estilo de vida, del sobrepeso, enfermedades metabólicas, el cáncer… Todo lo que tenemos se está relacionando con los niveles descendidos de vitamina D, que sobre todo afecta a los ancianos, personas con problemas digestivos o con la toma de determinados medicamentos, como los corticoides.
Pero las distintas sociedades científicas no se ponen de acuerdo ni en las recomendaciones de ingestas. Hay mucho que conocer de la vitamina D. Sabemos que es un marcador de nuestro tiempo. Pero no está claro que haya que hacer un cribado y que haya que medírsela a toda la población porque todavía no se sabe si dando vitamina D disminuimos ese riesgo.
Aunque tengamos sol no nos da tanto la luz, tenemos persianas, vamos tapados, también las cremas solares pero éstas nos protegen de los tumores de la piel. Nos tiene que dar la luz pero no nos tiene que quemar. Hay que hacer ejercicio al aire libre con eso puede ser suficiente.
- ¿Está de acuerdo con las pirámides nutricionales que incluyen azúcares o bebidas alcohólicas?
No deberían incluir ni alcohol ni azúcares porque incita al consumo. Quien ve un vaso de vino o de cerveza en una pirámide entiende que se lo están recomendando y no se debe recomendar el alcohol porque la cantidad que es protectora cardiovascular es tan pequeña que muchas veces hace más daño que beneficio.
Pero aparte de eso, existe una normativa europea, todavía en desarrollo, sobre cuándo se pueden hacer alegaciones nutricionales de un alimento o bebida y cuánto tienes que reducir el contenido de algún ingrediente para que aporte beneficio, porque antes cada uno hacía lo que quería.
- ¿Debemos evolucionar en la forma gráfica de representar las recomendaciones nutricionales?
Sí, debemos evolucionar. Además de la pirámide hay otras como el plato de Harvard, pero éste nos quita el empezar nuestra comida con una sopa o una verdura, los primeros platos. Hay que ser cuidadoso con las representaciones gráficas. Me gustan las pirámides que incluyen el ejercicio, como la pirámide de la dieta mediterránea, como un estilo de vida global.
Es necesario también explicar a la población cómo se leen las etiquetas de los alimentos envasados y procesados.
- ¿Cree que la nutrición debería ser una asignatura en los colegios?
Estoy a favor de que se incluya de manera currricular. Se enteran mejor si al final tienen que examinarse. Nuestros adolescentes tienen capacidad para entender muchas cosas, por qué no van a poder entender qué es la hipertensión o el asma. Eso les ayudaría mucho más a entender a personas con determinadas enfermedades y a no estigmatizarlas.
Pero los nutricionistas no son los que deben ir a dar las clases, quien mejor sabe cómo llegar al niño es el docente y nosotros podemos colaborar con el profesorado, actualizar los conocimiento, con material…Pero no todo el mundo opina como yo.
- ¿Cómo ve el papel de nutricionista en nuestra sociedad?
En mi opinión están infrautilizados. Existe la carrera universitaria dietista-nutricionista y son profesionales que tienen y pueden tener un papel relevante en los equipos multidisciplinares de las unidades de nutrición de la sanidad publica. Y también un papel en el ámbito escolar, las residencias de ancianos, en el ámbito laboral…
Ana Soteras
Fuente: EFE Salud
Fotografía: SEEN
http://www.efesalud.com/SEEN-nutricion-industria-alimentacion