Entrevista con Laura González, dietista.
Temas de actualidad en la nutrición y sobre el comportamiento alimentario de los niños y adolescentes, patologías, malos hábitos, prejuicios. Laura González, diplomada en Dietética y Nutrición, nos explica los fundamentos de una alimentación sana y equilibrada.
¿La cultura nutricional y alimentaria que nos legaron nuestras madres es la misma que ahora transmitimos a nuestros hijos?
En la actualidad, cuando tenemos hijos pequeños, nos centramos en que coman todo lo que hay en el plato, tal como hacían nuestras madres, el niño tiene que comer y comer. Sin embargo, nos olvidamos que un niño no puede comer igual que un adulto, que los hábitos se adquieren de forma progresiva.
¿Por qué la sociedad tiende a ver con preocupación que un/a adolescente tenga sobrepeso?
Cuando un niño es pequeño, pensamos que si está gordo está sano, hermoso, pero cuando llega a la adolescencia la perspectiva cambia. A menudo, un exceso de peso no se ve como un problema de salud sino estético. No tienen la misma opinión un dietista, desde el punto de vista de la salud, y una persona de la calle, desde el punto de vista estético.
De hecho, puede ocurrir que una persona joven tenga sobrepeso y tenga un perfecta salud pero sufra un rechazo social por su aspecto.
Efectivamente, puede suceder que aunque un joven tenga el peso ideal desde un punto de vista médico, que goce de una buena salud, sin embargo, no coincida con el canon estético. Son estereotipos, modas. Frecuentemente, cuando decimos que tenemos que bajar tres o cuatro kilos, no nos damos cuenta de que esos kilos forman parte de nuestro peso ideal, con un índice de masa corporal perfecto, que es sólo un tema de estética.
¿La dieta mediterránea favorece la salud?
Sí. Numerosos estudios demuestran los múltiples beneficios, sobre todo a largo plazo: prevención de enfermedades, incremento en la calidad y esperanza de vida….
¿Cuál es la clave? ¿Quizás el aceite de oliva?
No es solamente el aceite de oliva, o la verdura, o la fruta, sino un conjunto de alimentos. Además de utilizar el aceite de oliva o girasol, la dieta mediterránea implica el consumo de frutas, verduras, cereales, legumbres, no consumir alimentos superfluos, grasos, no consumir raciones excesivas…
¿Qué son alimentos superfluos?
Aquellos que nutritivamente no nos aportan gran cosa, pero sí calorías, grasas no saludables: bollería, snacks, “chuches”…
¿Es mejor ir de vez en cuando a una hamburguesería que el consumo habitual de “chuches”?
Las hamburguesas no tienen por qué ser malas, una hamburguesa es pan, carne y una mínima cantidad de verdura. El problema de las hamburguesas es que son raciones grandes, que se acompañan de patatas, mayonesa, kétchup, el postre tamaño extra que está de oferta …. Muchas veces el problema no es una hamburguesa o una pizza, sino el no comer un primer plato, una guarnición y el que el postre de ese día no vaya a ser una pieza de fruta.
Etiquetas y formación nutricional de los alimentos, ¿no existe cierta confusión general en torno al etiquetado de los alimentos?
Aunque hay una normativa que regula las etiquetas y obliga a incluir información veraz, la interpretación por parte del consumidor puede llevar a confusión. Si tú te compras unos churros para freír en casa, tienes que sumar a las calorías en crudo del producto, la fritura, el azúcar, el chocolate…
¿Y los consumidores estamos capacitados para entender la información nutricional que proporciona una etiqueta?
A la gente le cuesta entender lo que es un ácido graso saturado o insaturado. Por ejemplo, leen grasa vegetal o producto sin colesterol y lo asocian con algo necesariamente beneficioso cuando no tiene porque serlo.
Por ejemplo, las margarinas
Sí, las grasas hidrogenadas que contienen son vegetales y en algunos casos pueden contener lo que llamamos ácidos grasos trans, perjudiciales para la salud, mucho peores que la grasa saturada. La gente no está concienciada.
¿Cómo se come en los colegios actualmente?
Muy bien, con menús diseñados por expertos dietistas y nutricionistas siguiendo unos criterios rigurosos, de acuerdo a la política nutricional que elaboró en su día el Ministerio de Sanidad y Consumo, la estrategia NAOS (Estrategia de la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad) que vela por una alimentación saludable. Hoy en día, en casa no tenemos tiempo para elaborar comidas variadas, equilibradas y saludables, en el colegio nos obliga la ley.
¿Es bueno que los niños coman en los colegios?
No sólo es bueno nutricionalmente sino también a la hora de adquirir hábitos. Aunque lo ideal es que los niños coman verduras, fruta, pescado..,  en la realidad son muy reacios a su consumo. En un comedor escolar siempre es más fácil que coman estos alimentos porque en casa siempre se cede más: “…ya que no quiere el pescado por lo menos le hago un filete a ver si come algo…”.
Si en los menús de los centros hay pescado seis veces al mes es más fácil que alguna de ellas lo coma, a fuerza de verlo y de ver que otros niños lo prueban.
Cuando se diseña un menú,  ¿se tienen en cuenta los factores sanitarios, por ejemplo que no favorezca la obesidad?
Por supuesto, tal como se establece en la estrategia NAOS, es lo primero que se tiene en cuenta.
Sin embargo, parece que la obesidad infantil es un problema creciente y causa preocupación social.
Sí, pero porque en el comedor escolar no se hacen todas las ingestas, ni mucho menos, se hacen cinco ingestas de las treinta y cinco semanales, es una mínima parte.
La pelea con el pescado ¿por qué está tan mal visto por los niños?
Por el sabor que tiene, más fuerte, a mar, que puede que les desagrade. Es cierto que a otros niños les encanta y no tienen ningún problema en comerlo. También puede influir que no lo vean consumir en casa.
Pero los padres tienen que entender que los niños tienen que comer pescado
Sí, además hay una gran variedad de pescados, deben probarlo.
¿Qué opinas de las freidoras en las casas, es la mejor solución para las cenas de los niños?
No, a través de la fritura añadimos grasa al alimento, añadiendo más calorías de las que tiene. Lo ideal es que se incluya verdura, una pequeña guarnición, ensalada, cereales…
La publicidad de las freidoras viene a insinuar que gracias a una sofisticada tecnología fríen casi sin aceite.
No , la palabra frito quiere decir que se ha cocinado por inmersión en aceite , por mucho que reduzcas esa cantidad de aceite, la grasa está ahí.
¿Qué opina de las dietas milagro, el uso de productos naturales, hierbas, para adelgazar,?¿verdad o marketing?
No sólo no es verdad sino que puede ser peligroso. Se llaman dietas milagro porque prometen bajar peso de una forma rápida pero eso no saludable. Para bajar peso de forma saludable hay que hacerlo a través una alimentación adecuada. No se trata tanto de bajar unos kilos, de perder peso, sino de comer mejor para conseguirlo y hacer ejercicio.
¿Y es cierto que el peso que se pierde rápido se recupera rápido?
Generalmente sí. Más allá de los tres o cuatro kilos al mes no se pierde grasa sino masa muscular, agua y esto no es adecuado desde el punto de vista de la salud.
Muchas veces, cuando hacemos una dieta que no puede ser mantenida en el tiempo, como es el caso de las dietas milagro, el efecto es contraproducente. Son dietas que se basan, bien en comer mucha proteína, bien en separar nutrientes, o en comer un alimento concreto varias veces al día, son imposibles de alargar en el tiempo. No sólo recuperas el peso perdido sino que también ganas más del que tenías.
Tampoco saltarse una comida nos ayuda a perder peso, porque piensas en la siguiente comida y llegas con tanto apetito que recuperas con creces lo que no has ingerido antes
Lo de las cinco ingestas al día es cierto
Sí. No se trata de comer más sino de repartirlo mejor, distribuir las calorías en más ingestas.
Teniendo en cuenta que en la alimentación hay componentes de cultura, ¿una sociedad que se alimente mejor es mas civilizada, más educada?
Sí, hay que tener en cuenta que la alimentación no es sólo nutrición. Hay un componente social y cultural importante que no se puede olvidar. Muchas veces comemos no por nutrirnos, sino por afianzar lazos con compañeros de trabajo, amigos…
Los grandes acuerdos de empresa se firman detrás de una mesa porque uno es más proclive a firmar algo cuando está saciado que cuando tiene hambre.
¿Usted cuida su alimentación?
Si, casi de forma inconsciente. Procuro incluir una pieza de fruta en el desayuno, otra a media mañana, que haya una guarnición de verdura, cocida o ensalada en la comida.
Placeres prohibidos
La pizza, la pasta… hay que disfrutarlos pero con control.
¿Es partidaria de incluir la nutrición como asignatura en los centros educativos?
Sí. Hay un desconocimiento total de la nutrición. Se separa mucho la nutrición de la dieta saludable. En “Conocimiento del Medio” se enseña qué son las proteínas las vitaminas, todo lo relacionado con la nutrición pero los niños no ven cómo puede incidir en su salud. Por ejemplo, no se dan cuenta de la implicación que puede tener el consumo de bollerías, chucherías, el no comer fruta o verdura. Lo ven como algo lejano, no como algo de aplicación cotidiana. Sería muy útil incluir talleres de cocina para conseguir este objetivo.
¿Hoy en día hay más consciencia de la importancia de la nutrición o esto es una moda pasajera?
Actualmente hay una moda, pero esto no se traduce en la realidad. Si preguntas a una persona a ver si come bien o mal, todo el mundo te responde que come muy bien, que apenas consume comida basura. Pero, si analizas en profundidad su dieta, casi nadie come, por ejemplo, esas cinco raciones de verdura diarias…
Los que maldicen su metabolismo porque comen o creen que comen menos que una persona delgada y están gordos, ¿dicen la verdad o no?
En algunos casos es verdad a causa de enfermedades o desarreglos metabólicos u hormonales que producen una obesidad inevitable…pero es un porcentaje muy pequeño, un 1 o 2 por ciento. Generalmente se debe a que se come más o o que no se hace ejercicio físico.
¿Los nervios adelgazan?
El nerviosismo, el estrés, conllevan frecuentemente comer menos y una persona inquieta se mueve más. Si engorda es porque come más de lo que quema. Es como una hucha, si al final metes más de lo que sacas se acumula en forma de grasa.
¿La calidad nutricional tiene que ver con el aumento de la esperanza de vida?
En general si, pero no el único factor. Indudablemente, hay comportamientos alimentarios que influyen decisivamente en evitar determinados tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares…
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