Las tentaciones son tentaciones a cualquier edad, pero en el caso de los niños las probabilidades de caer en ellas son mayores, y aún más cuando se trata de niños celíacos. Según datos de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), la celiaquía afecta a una de cada cien personas y solo el 25% de los casos está diagnosticado.
Convivir con esta enfermedad ya no es un problema, aunque cuando se trata de niños intolerantes al gluten, el nivel de complejidad y preocupación aumenta y la dificultad de controlar la dieta también se incrementa. En este sentido, la marca británica de productos sin gluten Genius Gluten Free ofrece algunos consejos y claves para hacer más llevadera la enfermedad, tanto para los padres como para los propios niños:

  • Comunicación fluida entre padres e hijos. Ocultar al niño su enfermedad o evitar tratar el tema dando por hecho que no lo va a comprender no le ayuda ni a entender su condición ni a aprender a convivir con ella. La información debe producirse lo antes posible y es responsabilidad de los padres darla de forma clara y adaptarla a la edad del niño, respondiendo siempre a sus dudas e inquietudes. Hay libros que pueden ayudar a mejorar la comunicación entre padres e hijos acerca de la celiaquía.
  • Educación desde pequeño. No es necesario esconder o dejar de adquirir alimentos con gluten, sino al contrario: es importante mantenerlos en casa para enseñar a distinguir al niño entre lo que puede comer y lo que no. Es tan sencillo como preparar una lista de alimentos que sí puede comer, como todo tipo de fruta (sin gluten) por ejemplo, y una lista con los que no, como productos de bollería convencionales (con gluten). Sólo así aprenderá a decir no a aquellos alimentos que no puede probar.
  • Diferenciación. En esta labor educadora es importante separar, en armarios diferentes, los alimentos con gluten de los que no lo llevan y en caso de optar por dos menús distintos preparar primero el que no contenga gluten para evitar que queden trazas en los utensilios. Cuando el niño es lo suficientemente mayor, capaz de adoptar más responsabilidad, se recomienda enseñarle a interpretar las etiquetas de los alimentos.
  • Seguir una dieta equilibrada. Una alimentación libre de gluten es igual de completa y saludable desde el punto de vista nutricional, siempre que se adecue a las necesidades del niño y se planifique a conciencia. Para garantizar una dieta equilibrada y variada es importante incluir carbohidratos, proteínas, fibra, grasas, vitaminas y minerales, y utilizar siempre productos frescos. Llevar una dieta cuando se sufre algún tipo de intolerancia alimentaria debe ser algo normal y placentero; incluso es bueno que los niños tomen algún capricho de vez en cuando.
  • Comer en familia. Es muy recomiendable que todos los miembros de la familia coman en casa el mismo menú siempre que sea posible, para evitar así que el pequeño se sienta diferente o excluido. A día de hoy existen muchas alternativas sin gluten a los hidratos de carbono ricos en trigo. Por ejemplo, la pasta sin gluten, la patata, el arroz blanco e integral, o la quinoa son opciones muy saludables para suplir la pasta de trigo, el cuscús o el pan en las comidas.
  • Cocinar con ellos. Involucrar al niño en la cocina cuando sea posible es una manera diferente y divertida para que aprenda de primera mano todo lo que puede comer y lo que no. Gracias a la gran variedad de productos sin gluten existentes en el mercado es posible explorar juntos nuevas recetas y sabores. Además, descubrirá por sí mismo nuevos productos y cómo se hacen sus platos favoritos, a la vez que verá de un modo más positivo lo que supone llevar una dieta libre de gluten.
  • Prepararse antes de salir de casa. Es esencial informar a toda la familia, amigos y profesores acerca de la enfermedad celíaca para hacerles entender qué es y qué puede ocurrir cuando no se sigue correctamente una dieta sin gluten. Una buena idea es dar algunos consejos sobre qué tipo de alternativas sin gluten existen y ofrecer algunas sugerencias de recetas adaptadas a los gustos de los niños. Si come en casa de un amigo o en una fiesta, siempre se debe comprobar qué alimentos habrá y si es necesario llevar algunos de los productos aptos para celíacos. Es recomendable llevar siempre algún tentempié por si en alguna ocasión es complicado encontrar opciones sin gluten

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