Las cinco multinacionales que impulsaban un etiquetado nutricional propio —basado en un semáforo de colores— han anunciado que suspenden las pruebas de este sistema en Europa para los productos de alimentación debido a la falta de apoyo.
Coca-Cola, Mondelez, Nestlé, Pepsico y Unilever presentaron en Madrid este modelo —al que llamaron Etiquetado Nutricional Evolucionado—, un proyecto que recibió críticas de nutricionistas, asociaciones de consumidores y otras empresas.

«Las cinco empresas que impulsaban un etiquetado nutricional propio han atribuido la suspensión del proyecto a la insuficiente comprensión y apoyo al sistema propuesto debido a la ausencia de una definición armonizada de los tamaños de porción.»

Apenas cinco días después de este anuncio, el Ministerio de Sanidad de María Luisa Carcedo informó de su intención de implementar un sistema alternativo a éste denominado «Nutriscore», vigente ya en Francia y Bélgica y que también utiliza un semáforo de colores para definir los productos más y menos saludables, pero que se calcula de forma diferente.
En un comunicado conjunto, las cinco empresas han atribuido la suspensión del proyecto a la «insuficiente comprensión y apoyo al sistema propuesto» debido a la ausencia de «una definición armonizada de los tamaños de porción» a nivel europeo.
Una de las cuestiones que más polémica despertó el etiquetado fue que definía «tamaños de porción de consumo» que variaban en función de la categoría de producto, en vez de calcular el porcentaje de grasas, azúcares y sales siempre en base a 100 gramos.
En opinión de estas multinacionales, indicar la cantidad de nutrientes en unidades de consumo es más útil para el comprador, mientras que algunos expertos contradicen esta tesis por considerar que induce a error e impide una correcta comparación.

Se mantendrá en bebidas

Los impulsores del proyecto han precisado que se suspenden las pruebas en productos de alimentación pero se mantendrán en bebidas, ya que estas últimas «no se consumen en porciones menores a 100 mililitros» y, por tanto, «el debate acerca de reflejar tamaños más pequeños en el etiquetado» no existe.
Además, han instado a la Comisión Europea a que estudie una armonización del uso de tamaños «más pequeños basados en porciones de consumo real» como el defendido en su sistema, en el marco del proceso iniciado por este organismo para elaborar un informe sobre sistemas de etiquetados nutricionales voluntarios. El etiquetado que defendían las cinco multinacionales iba a ser aplicado inicialmente a finales de 2018 en once categorías: cereales, pasteles, queso, chocolate, helados, margarina, mahonesa, aperitivos salados, dulces y golosinas, mermeladas y galletas dulces. Este modelo optaba por definir una porción de consumo diferente por cada una de estas categorías y daba un color (verde, ámbar o rojo) a cuatro ingredientes: grasa, grasa saturada, azúcar y sal.
Por el contrario, el Nutriscore se basa en unidades de 100 gramos y otorga una clasificación global —que también va desde el verde hasta el rojo— al producto al hacer una media con una selección más amplia de nutrientes que incluye también su contenido en fibras y proteínas, entre otros.
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