Los aperitivos en las terrazas, el tapeo con las cañas, los helados, los refrescos… el verano tiene un sinfín de cosas buenas pero, por lo general, su influencia en la dieta, marcada por una hábitos alimenticios más laxos que en el resto del año, puede no ser la más adecuada y tener algunas consecuencias.
Así lo confirma una encuesta según el cual el 54% de los españoles asegura que cambia su alimentación en esta época (y no sólo durante las vacaciones) y el 26% engorda más de cinco kilos. En el estudio, realizado por Aora Health, el 23% reconoce consumir más cerveza y refrescos, el 35% aumenta la ingesta de helados y dulces y el 5% consume más comidas preparadas. Tan sólo el 36% dijo tomar más frutas y verduras.
«El problema principal es que en verano es habitual que hagamos una alimentación más “desordenada” tanto en la composición de los menús como en horarios o cantidad. Y los aperitivos, los helados, los refrescos o bebidas con alcohol pueden aparecer con más frecuencia que cuando tenemos las rutinas laborales o escolares», señala Alicia Aguilar, directora del máster universitario de Nutrición y Salud de la UOC.

«El 54% de los españoles reconoce que durante la época estival, y no sólo durante las vacaciones, cambia sus hábitos alimenticios, lo que contribuye a su aumento de peso.»

Así, lo que suele suceder es que estos alimentos se añaden a las comidas principales, lo que se traduce en un consumo energético mayor. Además, en las vacaciones es frecuente que se salga a comer fuera más a menudo, y por tanto podamos tener un menor control de lo que vamos a ingerir. «Esta falta de planificación puede suponer también que acabemos abusando de algunos alimentos y dejando de lado otros (ya sea porque nos gusten menos, porque su oferta sea menor… », explica Aguilar. De la misma opinión es el nutricionista y profesor colaborador de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC Álex Vidal, quien añade que «algo muy común en vacaciones o cuando salimos de nuestra rutina es olvidar la hidratación o saltarnos comidas, lo cual puede provocar muchas horas sin ingesta y que se despierten sensaciones a evitar como un apetito muy voraz o deseo de dulce y picoteos».

Por su parte el director del Instituto de Obesidad, Adelardo Caballero, señala algunas carencias: «Sobre todo faltan comidas que necesitan elaboración como las verduras o legumbres. Lo que conlleva la falta de fibra y menos proporción de calcio y hierro en la dieta». Si bien Aguilar entiende que más que carencias «lo habitual es hacer excesos». Por todo lo anterior, Caballero asegura que en el verano provoca que se produzca «siempre una subida de peso. Es muy importante para evitarlo mantener actividad física y mantener comidas sanas aunque fáciles como ensaladas, gazpachos, zumos naturales, etc.».

La dieta ideal

El menú ideal para estas fechas, apunta Aguilar, sería el mismo que para cualquier otra en términos de grupos de alimentos priorizando aquellos de temporada: Cuatro o cinco raciones diarias de farináceos –mejor integrales– cinco raciones de frutas y verduras, dos de lácteos, dos de legumbres, pescados, huevos, pollo, carne, frutos secos –más veces pescado que carne–, 3-5 cucharadas de aceite de oliva). Para las verduras es una buena ocasión para aumentar el consumo de hortalizas que al comerse en crudo y en frío nos pueden apetecer más (ensaladas, gazpachos, sopas frías de verduras o combinadas con frutas…).

«En verano, la falta de planificación y una alimentación más desordenada puede suponer también que acabemos abusando de algunos alimentos y dejando de lado otros.»

La mayor variedad de frutas que tenemos en esta temporada puede ser también una buena oportunidad para acostumbrarse a las dos o tres raciones diarias, ya sea como postre, a media mañana o a media tarde. El seguir estos consejos es ya cuestión de la voluntad de cada uno.

Alimentos aliados de la piel en verano

Durante el verano es importante consumir alimentos que aportan a la piel los nutrientes necesarios para que se regenere y proteja desde dentro. El nutricionista y profesor de la UOC Àlex Vidal, define tres grupos de alimentos imprescindibles para lograrlo: agua, vegetales y frutas con pigmentos y grasas insaturadas. «El agua es básica para poder llegar a un estado correcto de hidratación. Unas células –y por tanto una piel–deshidratada nunca podrá hacer frente a una exposición solar continuada, tan habitual en esta época del año. Si buscamos una alimentación rica en vitaminas, minerales y otros micronutrientes (como antioxidantes) tenemos que darle prácticamente todo el protagonismo al origen vegetal (frutas, verduras, hortalizas). Por otra parte, las grasas insaturadas ayudan a conseguir una correcta elasticidad en las paredes de las células que forman nuestra piel».

Eva S.Corada
Fuente: diario «La Razón»
Fotografía: diario «La Razón»
http://www.larazon.es/atusalud/alimentacion/una-de-cada-cuatro-personas-engorda-en-verano-EE15559481

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